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zeniaregalado

 

Fieles de difuntos.... dos de Noviembre

 

Esta es una tradición católica, que la inmensa mayoría de la población cubana la sigue, aunque no sean creyentes ni practicantes.

Es como las normas del habla; como los cantares de los juglares que se repetían de generación en generación.

Cuando abres los ojos escuchas  decir a tus mayores que irán a los fieles de difunto, a colocar flores en las tumba de sus muertos, a honrarlos.

Tradicionalmente ese día en Cuba se llenan los cementerios, y las gentes llevan sus gladiolos, puchas de “moco de guanajo”, ramos de margaritas, crisantemos, pompón chino ... y toda una variedad de flores que los vendedores ofertan a la entrada de los camposantos.

En la noche todo se llena de luz en los cementerios. Cientos de velas los iluminan, como si las estrellas bajaran a la tierra.

Los policías de tránsito resguardan las calles que acceden a estos sitios, pues como nunca aumenta la circulación vehicular y peatonal.

Desde ayer mi mamá está preparando su visita al cementerio de San Juan y Martínez, en Pinar del río, el pueblo en el cual nací y viví hasta el año 93.

Allá está la tumba de mis abuelos, y aunque yo no le encuentro mucho sentido a los homenajes después de la muerte, los prefiero antes, siempre la complazco y la acompaño.

Me sobrecoge el color blanco de las tumbas y ese final sin mucho sentido de la materia. Debíamos ser inmortales. 

 

2 comentarios

Zenia -

Antropomorfo: Bienvenido por acá. A mí me encantaría ser inmortal. Solo de pensar en dejar de existir me pone mal.

antropomorfo -

no, que horror, imagínate lo insulso y aburrido de la vida si no muriéramos...