Avatares de Internet en Cuba
Por Zenia Regalado
Cuando se habla de postmodernismo muchos afirman que el término es un eufemismo, pues millones de personas ni siquiera han llegado a la modernidad: no saben leer ni escribir, toman el agua de los ríos y viven casi igual que en la edad de piedra.
Pero hay otro mundo que tiene de todo eso y mucho más, y entre esas tantísimas cosas posee Internet.
Cuba ha hecho frente a este fenómeno estrechamente vinculado al desarrollo del conocimiento socializando el acceso a la gran autopista y colocándolo en manos de las instituciones del saber y el pensar con el objetivo de que se disemine y llegue a más personas.
Pero como siempre, a las cosas que hace la mayor de las antillas se le coloca un rabillo para que parezcan extrañas, antidemocráticas, sin fundamento, ignorando cuánto hemos tenido que inventar para sortear los obstáculos que nos han colocado las administraciones norteamericanas.
Por cierto, los grandes medios hablan poco del bloqueo y le llaman eufemísticamente embargo.
Para colmo se ha dicho por ahí que los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) controlan el acceso a Internet.
Esa organización de masas se creó hace 45 años con tareas bien concretas de vigilancia contra sabotajes y actos realizados por la contrarrevolución y la CIA, pero jamás ha tenido esas potestades que se le endilgan.
La dificultad mayor que enfrenta el país es la poca cantidad de equipos de computación, de los cuales una buena parte son máquinas xt, que sólo pueden manipular correo electrónico. Además, la mayoría de los modems transmiten a velocidades muy bajas por las pocas posibilidades que brindan las líneas telefónicas.
Para contrarrestar esto se instala la fibra óptica y miles de líneas digitalizadas.
Pero al hablar de Internet también hay que citar al bloqueo y sus consecuencias. Separar un hecho del otro es como aislar el mar de la costa, pues en este mundo todo pasa por los créditos y la tecnología. ¿Si no hay comercio cómo adquirir ésta? Hay que ir a buscarla más lejos con los sabidos aumentos de gastos por estadía de barcos y otros entuertos.
El Departamento del Tesoro aplica medidas de restricción a Tiendas Universo SA, empresa de Cubanacán que compra alimentos y electrodomésticos y opera con NET giro (Suiza) y MCH Solutions (Canadá), sitios donde se autentifican las tarjetas de crédito.
José Stgeinsleger, en el periódico mexicano La Jornada, escribió un extenso artículo al respecto hace un tiempo. Creo que también otros lo debían hacer para que el mundo conozca ciertas verdades que muchas veces se silencian.
El llamado acceso universal a Internet es bien relativo, y las brechas entre naciones ricas y pobres es más que un abismo.
Leí hace una semana en la página http://www.atinachile.cl un trabajo escrito en un blog personal acerca de la necesidad de realizar en aquel país una alfabetización informática, pues muchísimos no dominaban siquiera los sistemas operativos más elementales.
El problema de Cuba es otro, de costos de la tecnología.
La alfabetización de esa rama la realiza desde hace años cuando fueron creados los joven club de computación en cada municipio del país, después se introdujo la asignatura en todas las escuelas.
Hoy hasta las que están en las más apartadas montañas tienen computadoras que funcionan con paneles solares en los sitios donde es imposible la llegada de la electricidad, que en el país la recibe más del 95 por ciento de la población.
¿Pero... que le piden a Cuba? Lo ideal sería que cada ciudadano pudiera tener acceso a Internet, claro. Pero se sabe que en los países del tercer mundo eso es un viejo sueño.
La opción que se aplica por acá es colocar los recursos que tiene la nación en los centros del conocimiento, para socializar el dominio de las nuevas tecnologías.
Sería muy descabellado que un país pobre hiciera lo contrario, y más aún en el nuestro en el que siempre se piensa en las grandes mayorías.
El poco ancho de banda retrasa y atasca los procesos.
Hay que abrirse a otras lecturas para conocer. Leer siempre en la misma cuerda puede dar miopía.
¿Cuántos saben que en 1996, la ley Helms Burton frustró la creación de una empresa mixta para la producción de cables de fibra óptica, coaxiales y de transmisión de datos.
Palo porque caminas y palo porque no lo haces, diría el refranero popular.
La cosa no paró ahí. En el 2003 el Departamento de Comercio negó una licencia de exportación para que una entidad de California donara 423 computadoras destinadas a hospitales y policlínicos del país caribeño.
El ancho de banda de la conexión cubana a Internet no satisface la demanda. El bloqueo, al que llaman embargo para disimular su crueldad, obliga a que ello sea así, y a que la conexión a satélite sea cara y lenta.
¿Cómo podría resolverse eso? Fácil, si se conectara un cable de fibra óptica entre Cuba y el estado de Florida. ¡Ni pensarlo!, ¡para que la isla irredenta difunda cuántas escuelas y hospitales construye hasta en las montañas!, ¡ni locos!, capaz que otros se embullen a distribuir igual los recursos..... se saldrían muchas ovejas del redil.
El acceso a internet pasa por muchas mediaciones y las de tipo político, aunque se escondan, están bien presentes. Es una política cruel: te acusan de poco libertad y te entorpecen las herramientas para acceder a ella de manera plena.
Te colocan una corona de espinas y además quieren que camines con ella mejor que como lo haría cualquier persona.
Lo peor es que hay quienes le hacen el juego a esa política.
Estos son los avatares de Internet en Cuba.
Por Zenia Regalado
Cuando se habla de postmodernismo muchos afirman que el término es un eufemismo, pues millones de personas ni siquiera han llegado a la modernidad: no saben leer ni escribir, toman el agua de los ríos y viven casi igual que en la edad de piedra.
Pero hay otro mundo que tiene de todo eso y mucho más, y entre esas tantísimas cosas posee Internet.
Cuba ha hecho frente a este fenómeno estrechamente vinculado al desarrollo del conocimiento socializando el acceso a la gran autopista y colocándolo en manos de las instituciones del saber y el pensar con el objetivo de que se disemine y llegue a más personas.
Pero como siempre, a las cosas que hace la mayor de las antillas se le coloca un rabillo para que parezcan extrañas, antidemocráticas, sin fundamento, ignorando cuánto hemos tenido que inventar para sortear los obstáculos que nos han colocado las administraciones norteamericanas.
Por cierto, los grandes medios hablan poco del bloqueo y le llaman eufemísticamente embargo.
Para colmo se ha dicho por ahí que los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) controlan el acceso a Internet.
Esa organización de masas se creó hace 45 años con tareas bien concretas de vigilancia contra sabotajes y actos realizados por la contrarrevolución y la CIA, pero jamás ha tenido esas potestades que se le endilgan.
La dificultad mayor que enfrenta el país es la poca cantidad de equipos de computación, de los cuales una buena parte son máquinas xt, que sólo pueden manipular correo electrónico. Además, la mayoría de los modems transmiten a velocidades muy bajas por las pocas posibilidades que brindan las líneas telefónicas.
Para contrarrestar esto se instala la fibra óptica y miles de líneas digitalizadas.
Pero al hablar de Internet también hay que citar al bloqueo y sus consecuencias. Separar un hecho del otro es como aislar el mar de la costa, pues en este mundo todo pasa por los créditos y la tecnología. ¿Si no hay comercio cómo adquirir ésta? Hay que ir a buscarla más lejos con los sabidos aumentos de gastos por estadía de barcos y otros entuertos.
El Departamento del Tesoro aplica medidas de restricción a Tiendas Universo SA, empresa de Cubanacán que compra alimentos y electrodomésticos y opera con NET giro (Suiza) y MCH Solutions (Canadá), sitios donde se autentifican las tarjetas de crédito.
José Stgeinsleger, en el periódico mexicano La Jornada, escribió un extenso artículo al respecto hace un tiempo. Creo que también otros lo debían hacer para que el mundo conozca ciertas verdades que muchas veces se silencian.
El llamado acceso universal a Internet es bien relativo, y las brechas entre naciones ricas y pobres es más que un abismo.
Leí hace una semana en la página http://www.atinachile.cl un trabajo escrito en un blog personal acerca de la necesidad de realizar en aquel país una alfabetización informática, pues muchísimos no dominaban siquiera los sistemas operativos más elementales.
El problema de Cuba es otro, de costos de la tecnología.
La alfabetización de esa rama la realiza desde hace años cuando fueron creados los joven club de computación en cada municipio del país, después se introdujo la asignatura en todas las escuelas.
Hoy hasta las que están en las más apartadas montañas tienen computadoras que funcionan con paneles solares en los sitios donde es imposible la llegada de la electricidad, que en el país la recibe más del 95 por ciento de la población.
¿Pero... que le piden a Cuba? Lo ideal sería que cada ciudadano pudiera tener acceso a Internet, claro. Pero se sabe que en los países del tercer mundo eso es un viejo sueño.
La opción que se aplica por acá es colocar los recursos que tiene la nación en los centros del conocimiento, para socializar el dominio de las nuevas tecnologías.
Sería muy descabellado que un país pobre hiciera lo contrario, y más aún en el nuestro en el que siempre se piensa en las grandes mayorías.
El poco ancho de banda retrasa y atasca los procesos.
Hay que abrirse a otras lecturas para conocer. Leer siempre en la misma cuerda puede dar miopía.
¿Cuántos saben que en 1996, la ley Helms Burton frustró la creación de una empresa mixta para la producción de cables de fibra óptica, coaxiales y de transmisión de datos.
Palo porque caminas y palo porque no lo haces, diría el refranero popular.
La cosa no paró ahí. En el 2003 el Departamento de Comercio negó una licencia de exportación para que una entidad de California donara 423 computadoras destinadas a hospitales y policlínicos del país caribeño.
El ancho de banda de la conexión cubana a Internet no satisface la demanda. El bloqueo, al que llaman embargo para disimular su crueldad, obliga a que ello sea así, y a que la conexión a satélite sea cara y lenta.
¿Cómo podría resolverse eso? Fácil, si se conectara un cable de fibra óptica entre Cuba y el estado de Florida. ¡Ni pensarlo!, ¡para que la isla irredenta difunda cuántas escuelas y hospitales construye hasta en las montañas!, ¡ni locos!, capaz que otros se embullen a distribuir igual los recursos..... se saldrían muchas ovejas del redil.
El acceso a internet pasa por muchas mediaciones y las de tipo político, aunque se escondan, están bien presentes. Es una política cruel: te acusan de poco libertad y te entorpecen las herramientas para acceder a ella de manera plena.
Te colocan una corona de espinas y además quieren que camines con ella mejor que como lo haría cualquier persona.
Lo peor es que hay quienes le hacen el juego a esa política.
Estos son los avatares de Internet en Cuba.
2 comentarios
zenia -
Hay muchos desniveles en el mundo y los países pobres tienen que colocar los recursos donde más les beneficie. Lo otro serías tirarlos por la borda. Interesante lo que cuentas en tu mensaje. Tú como siempre, tan certera y precisa.
Rosa -