TRADICIÓN MÁGICO RELIGIOSA DE LOS YORUBA
-A mediados del XIX más negros que blancos
Se calcula que desde principios del siglo XVI hasta el año 1762 se produce la entrada de 60 000 esclavos aproximadamente, no de forma regular pero en ascenso.
La creciente presencia de esclavos en Cuba es notoria en las primeras estadísticas demográficas relativamente confiables que son de la década de 1770.
En ese momento no se puede considerar a Cuba una sociedad esclavista en el sentido de las comunidades inglesas, pues hay una población predominantemente libre y blanca. Sin embargo, desde el principio, la llegada de los barcos negreros al poblado de Regla convirtió esta localidad en centro de florecimiento de las tradiciones religiosas africanas.
De tal manera queda el sello de la historia que comenta Lachatañeré que este pueblo, en la actualidad con una población blanca preponderante sobre la llamada de color, conserva una fuerte tradición de la santería
Sin embargo, la situación cambia durante el periodo de las plantaciones y es cuando llegan muchos más hombres y mujeres arrancados del África:
Casi contemporáneamente con la raza blanca, llegó a Cuba la raza negra, pero su importación no fue considerable hasta que, por el impulso dado por los inmigrantes blancos a la vida económica del país, se dejó sentir extraordinariamente la necesidad de brazos para las plantaciones, de tal manera que a mediados del siglo XIX hubo en Cuba más negros que blancos.
Al orientar la producción cubana a partir de la rentabilidad de los esclavos en la plantaciones, se da una coyuntura completamente distinta, particularmente durante la que sería la última etapa del esclavismo, comprendida entre 1820 y 1873, año en que desembarcó -según señalan algunos historiadores- el último cargamento de esclavos por un puerto de Pinar del Río.
Puede apreciarse la magnitud del fenómeno y las repercusiones culturales de este modo de explotación a la base de la organización de la producción cubana colonial, considerando que
se calcula en 271 659 el número de esclavos introducidos pública y clandestinamente desde el año 1820 al 1853. Cerca de 2 000 000 se importaron a partir de la última fecha hasta 1880 en que cesó definitivamente la trata.
Otro factor que facilita el auge del tráfico es que mientras hasta los inicios del siglo XIX, los esclavos que llegaban a Cuba se obtenían principalmente por medio de traficantes ingleses, portugueses y franceses, posteriormente España da libertad para la trata y los súbditos de esta nación comenzaron a traficar abiertamente con negros, aún con las restricciones puestas por los ingleses.
Sin embargo, la razón del incremento del número de esclavos procedentes del pueblo yoruba, no se debe sólo a las condiciones del contexto cubano, pues en el propio contexto africano
la condicional decisiva para que inundaran los barracones de la Costa de los Esclavos fue el colapso de los yoruba.
Este suceso debió dar un formidable instrumento al tráfico negrero . Así pues, en las fechas en que se intensifica el tráfico negrero en Cuba, sucede también el colapso de los yoruba, por lo que fueron éstos los que con mayor probabilidad eran capturados o entregados por otros pueblos a los traficantes. La decadencia yoruba se venía generando desde principios de siglo XVIII.
A partir de 1702, la unidad yoruba flaquea por circunstancias políticas interiores, y sobre todo por la entrada en el escenario histórico de las tribus hamito-negriodes Hausa y Fulani .
Fatalmente esta fina raza se convirtió en la víctima de la rapacidad del tráfico negrero.
Sin embargo, la situación se complico a principios del siglo XIX, ya que en 1818. Gezo, de la familia real dahomeyana, asciende al trono y libra a su pueblo del yugo yoruba y se truecan los papeles; los dahomeyanos serán los que realizarán incursiones guerreras en el territorio yoruba, una de cuyas consecuencias fue el incremento del tráfico de negros.
EN CUBA Y EN BRASIL SE IMPONE LA TRADICIÓN YORUBA
Los propios pueblos africanos con mayor poder entregaban como esclavos a los miembros de otras etnias. Ningún razonamiento puede contradecir que durante todo el tiempo que duró el auge esclavista en la Isla [...] la gran mayoría de «cargamentos» fueron surtidos con negros procedentes del territorio Yoruba.
De esta manera aun cuando esta última oleada migratoria previa a la abolición de la esclavitud en Cuba, incluyó otras etnias africanas, no sólo fue la que llevó mayor número de esclavos, sino la que llevó a Cuba el mayor número de yorubas.
Así que, aún después de la decadencia del pueblo en África, se impone en Cuba, como en Brasil, la tradición mágico-religiosa del pueblo yoruba sobre la de otros pueblos, aunque maltrecha por el enemigo común de todas ellas: el catolicismo.
En Cuba, ordinariamente se llama lucumís a las supersticiones que deben ser localizadas en los pueblos yorubas y sus vecinos.Ello se debe al poco interés de los traficantes por mantener clasificaciones claras y adecuadas al estudio etnográfico y no a la comercialización de los negros:
Esto trajo como consecuencia que entraran, no sólo en Cuba sino en otros países del Nuevo Mundo, esclavos procedentes de una misma región con distintas designaciones. El caso de los yoruba es suficiente para explicar esta confusión. Mientras estos fueron conocidos en Cuba como lucumí, en las Antillas francesas se les designaba como ayois .
Otras fuentes añaden que en Brasil se les conoce como nago y en Sierra Leona como aku Parece ser que el término viene del saludo yoruba oluku mi que significa mi amigo y que los esclavos usaban con frecuencia entre sí.
Así pues, los lucumí provienen del territorio yoruba, sin embargo dicha denominación persistió .Se les consideró procedentes de un reino del cual se tuvo conocimiento en los albores de los descubrimientos geográficos de África .Tal es el reino de Ulkuma o Ulkami, cuyo florecimiento económico parece datar de la fecha que se atribuye a la unidad de los pueblos yoruba.[
De esta manera, parece que el reino de Ulkuma o Ulkami corresponde al reino de Oyo, sitio de referencia histórica y simbólica del pueblo yoruba, lo cual permite rastrear la presencia de los yoruba en el mercado esclavista desde antes de la decadencia del reino.
Es un indicio para estimar que los yoruba, a pesar de su escasez en los mercados [en el siglo XVII], fueron vendidos como lucumí. Lo más lógico es que digamos que, por aquel entonces, los esclavos yoruba procedían del reino de Ulkami.
A partir del antecedente yoruba surgió la Regla de Ocha, mediante un proceso de sincretización.
Los primeros intercambios se consolidan ya en la Isla, donde les permiten organizar sus toques de tambor con tal que no vuelvan a sus anteriores prácticas idolátricas. En este contexto empezó a destacar influencia yoruba, como un factor sumamente significativo, por sus antecedentes de organización social y religiosa más sofisticada:
Se desarrolla una especie de negociación en la importancia de las deidades particulares para ir configurando un panteón más amplio, con culto compartido por muchos orichas, que anteriormente pertenecían cada uno a distintos grupos. Esta situación explica también la existencia de los diversos caminos o matices que puede mostrar cada uno de los orichas. Estas condiciones permiten comprender el surgimiento de lo que propiamente se denomina como Regla de Ocha, o más ampliamente como el sistema religioso Ocha-Ifá.
Los negros aprenden luego a representar sus divinidades mediante las imágenes de los santos católicos conservando un sentido mágico-religioso sólo por ellos conocido. Aunque se interrumpe el proceso de desarrollo de la propia religión tribal.
De Changó, Yemayá y otras deidades escribiremos en días próximos.
-A mediados del XIX más negros que blancos
Se calcula que desde principios del siglo XVI hasta el año 1762 se produce la entrada de 60 000 esclavos aproximadamente, no de forma regular pero en ascenso.
La creciente presencia de esclavos en Cuba es notoria en las primeras estadísticas demográficas relativamente confiables que son de la década de 1770.
En ese momento no se puede considerar a Cuba una sociedad esclavista en el sentido de las comunidades inglesas, pues hay una población predominantemente libre y blanca. Sin embargo, desde el principio, la llegada de los barcos negreros al poblado de Regla convirtió esta localidad en centro de florecimiento de las tradiciones religiosas africanas.
De tal manera queda el sello de la historia que comenta Lachatañeré que este pueblo, en la actualidad con una población blanca preponderante sobre la llamada de color, conserva una fuerte tradición de la santería
Sin embargo, la situación cambia durante el periodo de las plantaciones y es cuando llegan muchos más hombres y mujeres arrancados del África:
Casi contemporáneamente con la raza blanca, llegó a Cuba la raza negra, pero su importación no fue considerable hasta que, por el impulso dado por los inmigrantes blancos a la vida económica del país, se dejó sentir extraordinariamente la necesidad de brazos para las plantaciones, de tal manera que a mediados del siglo XIX hubo en Cuba más negros que blancos.
Al orientar la producción cubana a partir de la rentabilidad de los esclavos en la plantaciones, se da una coyuntura completamente distinta, particularmente durante la que sería la última etapa del esclavismo, comprendida entre 1820 y 1873, año en que desembarcó -según señalan algunos historiadores- el último cargamento de esclavos por un puerto de Pinar del Río.
Puede apreciarse la magnitud del fenómeno y las repercusiones culturales de este modo de explotación a la base de la organización de la producción cubana colonial, considerando que
se calcula en 271 659 el número de esclavos introducidos pública y clandestinamente desde el año 1820 al 1853. Cerca de 2 000 000 se importaron a partir de la última fecha hasta 1880 en que cesó definitivamente la trata.
Otro factor que facilita el auge del tráfico es que mientras hasta los inicios del siglo XIX, los esclavos que llegaban a Cuba se obtenían principalmente por medio de traficantes ingleses, portugueses y franceses, posteriormente España da libertad para la trata y los súbditos de esta nación comenzaron a traficar abiertamente con negros, aún con las restricciones puestas por los ingleses.
Sin embargo, la razón del incremento del número de esclavos procedentes del pueblo yoruba, no se debe sólo a las condiciones del contexto cubano, pues en el propio contexto africano
la condicional decisiva para que inundaran los barracones de la Costa de los Esclavos fue el colapso de los yoruba.
Este suceso debió dar un formidable instrumento al tráfico negrero . Así pues, en las fechas en que se intensifica el tráfico negrero en Cuba, sucede también el colapso de los yoruba, por lo que fueron éstos los que con mayor probabilidad eran capturados o entregados por otros pueblos a los traficantes. La decadencia yoruba se venía generando desde principios de siglo XVIII.
A partir de 1702, la unidad yoruba flaquea por circunstancias políticas interiores, y sobre todo por la entrada en el escenario histórico de las tribus hamito-negriodes Hausa y Fulani .
Fatalmente esta fina raza se convirtió en la víctima de la rapacidad del tráfico negrero.
Sin embargo, la situación se complico a principios del siglo XIX, ya que en 1818. Gezo, de la familia real dahomeyana, asciende al trono y libra a su pueblo del yugo yoruba y se truecan los papeles; los dahomeyanos serán los que realizarán incursiones guerreras en el territorio yoruba, una de cuyas consecuencias fue el incremento del tráfico de negros.
EN CUBA Y EN BRASIL SE IMPONE LA TRADICIÓN YORUBA
Los propios pueblos africanos con mayor poder entregaban como esclavos a los miembros de otras etnias. Ningún razonamiento puede contradecir que durante todo el tiempo que duró el auge esclavista en la Isla [...] la gran mayoría de «cargamentos» fueron surtidos con negros procedentes del territorio Yoruba.
De esta manera aun cuando esta última oleada migratoria previa a la abolición de la esclavitud en Cuba, incluyó otras etnias africanas, no sólo fue la que llevó mayor número de esclavos, sino la que llevó a Cuba el mayor número de yorubas.
Así que, aún después de la decadencia del pueblo en África, se impone en Cuba, como en Brasil, la tradición mágico-religiosa del pueblo yoruba sobre la de otros pueblos, aunque maltrecha por el enemigo común de todas ellas: el catolicismo.
En Cuba, ordinariamente se llama lucumís a las supersticiones que deben ser localizadas en los pueblos yorubas y sus vecinos.Ello se debe al poco interés de los traficantes por mantener clasificaciones claras y adecuadas al estudio etnográfico y no a la comercialización de los negros:
Esto trajo como consecuencia que entraran, no sólo en Cuba sino en otros países del Nuevo Mundo, esclavos procedentes de una misma región con distintas designaciones. El caso de los yoruba es suficiente para explicar esta confusión. Mientras estos fueron conocidos en Cuba como lucumí, en las Antillas francesas se les designaba como ayois .
Otras fuentes añaden que en Brasil se les conoce como nago y en Sierra Leona como aku Parece ser que el término viene del saludo yoruba oluku mi que significa mi amigo y que los esclavos usaban con frecuencia entre sí.
Así pues, los lucumí provienen del territorio yoruba, sin embargo dicha denominación persistió .Se les consideró procedentes de un reino del cual se tuvo conocimiento en los albores de los descubrimientos geográficos de África .Tal es el reino de Ulkuma o Ulkami, cuyo florecimiento económico parece datar de la fecha que se atribuye a la unidad de los pueblos yoruba.[
De esta manera, parece que el reino de Ulkuma o Ulkami corresponde al reino de Oyo, sitio de referencia histórica y simbólica del pueblo yoruba, lo cual permite rastrear la presencia de los yoruba en el mercado esclavista desde antes de la decadencia del reino.
Es un indicio para estimar que los yoruba, a pesar de su escasez en los mercados [en el siglo XVII], fueron vendidos como lucumí. Lo más lógico es que digamos que, por aquel entonces, los esclavos yoruba procedían del reino de Ulkami.
A partir del antecedente yoruba surgió la Regla de Ocha, mediante un proceso de sincretización.
Los primeros intercambios se consolidan ya en la Isla, donde les permiten organizar sus toques de tambor con tal que no vuelvan a sus anteriores prácticas idolátricas. En este contexto empezó a destacar influencia yoruba, como un factor sumamente significativo, por sus antecedentes de organización social y religiosa más sofisticada:
Se desarrolla una especie de negociación en la importancia de las deidades particulares para ir configurando un panteón más amplio, con culto compartido por muchos orichas, que anteriormente pertenecían cada uno a distintos grupos. Esta situación explica también la existencia de los diversos caminos o matices que puede mostrar cada uno de los orichas. Estas condiciones permiten comprender el surgimiento de lo que propiamente se denomina como Regla de Ocha, o más ampliamente como el sistema religioso Ocha-Ifá.
Los negros aprenden luego a representar sus divinidades mediante las imágenes de los santos católicos conservando un sentido mágico-religioso sólo por ellos conocido. Aunque se interrumpe el proceso de desarrollo de la propia religión tribal.
De Changó, Yemayá y otras deidades escribiremos en días próximos.
5 comentarios
Patricia Florez -
Zenia -
Enrique -
Zenia -
Dayana Litz -
La historia de los orishas es bien interesante desde el punto de vista cultural.