LA FRESCURA DE LOS 14
Mi niña cumplió ayer domingo 14 años y la casa amaneció revuelta con los abuelos , sus primas y las llamadas por teléfono de sus muchas amistades. La llevé a comer a La Terrazina, una pizzería tranquila y acogedora en la cual pasamos un rato muy agradable.
Ella se veía muy feliz, y yo también lo estaba, por supuesto. Se estrenó una saya nueva que le regalé con un color rosa subido y un fajín ancho. Parecía toda una muchacha, pues realmente ha crecido varios centímetros en poco tiempo y tiene unas extremidades largas que le van bien con la moda actual.
Yo contribuí en algo a subir su autoestima diciéndole que a su rostro trigueño se suma el atributo de sus piernas largas, como las modelos.
La adolescencia es una etapa bastante complicada y ellos siempre están inconformes con casi todo, desde su apariencia hasta otros detalles. Pero este domingo ella estaba conforme consigo misma ante la imagen que el espejo le devolvió.
Siempre le comento que la belleza no es lo más importante, pero si la tiene, unida a otras virtudes mejor . Ella realmente hizo un híbrido entre su padre y yo. La genética le dio lo mejor de ambos y el resultado fue superior.
Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, y muchos creen que son perfectos, propiciándoles demasiados halagos que pueden hacer de ellos seres vanidosos, poseídos de sí y engreídos. Me he cuidado mucho de no caer con ella en esa trampa, porque es única hija, aunque tiene dos medio hermanos por parte de su papá.
Con lo que más feliz la vi no fue con los regalos materiales que también le hizo su tía, quien le obsequió una preciosa falta (saya) de mezclilla verde botella, sino con las llamadas de sus amistades y con la visita de su hermano menor , de su papá, y la esposa de éste que vinieron a visitarla.
No hay mejor palacio que la casa de familia, escribió José Martí, nuestro Héroe Nacional, en una oportunidad y viéndole a ella los hoyuelos que se le hacen en el rostro cuando ríe comprendo mucho más la grandeza de este apotegma.
Mi niña cumplió ayer domingo 14 años y la casa amaneció revuelta con los abuelos , sus primas y las llamadas por teléfono de sus muchas amistades. La llevé a comer a La Terrazina, una pizzería tranquila y acogedora en la cual pasamos un rato muy agradable.
Ella se veía muy feliz, y yo también lo estaba, por supuesto. Se estrenó una saya nueva que le regalé con un color rosa subido y un fajín ancho. Parecía toda una muchacha, pues realmente ha crecido varios centímetros en poco tiempo y tiene unas extremidades largas que le van bien con la moda actual.
Yo contribuí en algo a subir su autoestima diciéndole que a su rostro trigueño se suma el atributo de sus piernas largas, como las modelos.
La adolescencia es una etapa bastante complicada y ellos siempre están inconformes con casi todo, desde su apariencia hasta otros detalles. Pero este domingo ella estaba conforme consigo misma ante la imagen que el espejo le devolvió.
Siempre le comento que la belleza no es lo más importante, pero si la tiene, unida a otras virtudes mejor . Ella realmente hizo un híbrido entre su padre y yo. La genética le dio lo mejor de ambos y el resultado fue superior.
Todos los padres queremos lo mejor para nuestros hijos, y muchos creen que son perfectos, propiciándoles demasiados halagos que pueden hacer de ellos seres vanidosos, poseídos de sí y engreídos. Me he cuidado mucho de no caer con ella en esa trampa, porque es única hija, aunque tiene dos medio hermanos por parte de su papá.
Con lo que más feliz la vi no fue con los regalos materiales que también le hizo su tía, quien le obsequió una preciosa falta (saya) de mezclilla verde botella, sino con las llamadas de sus amistades y con la visita de su hermano menor , de su papá, y la esposa de éste que vinieron a visitarla.
No hay mejor palacio que la casa de familia, escribió José Martí, nuestro Héroe Nacional, en una oportunidad y viéndole a ella los hoyuelos que se le hacen en el rostro cuando ríe comprendo mucho más la grandeza de este apotegma.
6 comentarios
Ivan -
Sigo leyendo con mucho interés tu blog. Este articulo tuyo es muy bello. Me alegro mucho por el cumpleaños de tu hija. Espero que sea muy feliz :)
ZENIA -
ENRIQUE. SÍ, GUARDÉ UN PEDAZO DE PASTEL, ESO ES LO QUE MÁS NOS GUSTA A TODOS DE LOS CUMPLEAÑOS, POR ACÁ LE DECIMOS CAKE.¿SERÁ ESO JAPONÉS?.
ROSA. UN BESO BIEN GRANDE PARA TI Y PARA TU NIÑO QUE ES MUY LINDO PUES LO HE VISTO EN TU PÁGINA.
GIANCARLO. ES LA PRIMERA VEZ QUE ME ESCRIBEN FELICIDADES EN JAPONÉS. ME LO APRENDERÉ DE MEMORIA. SE LO ENSEÑARÉ A LA NIÑA. GRACIAS EN SU NOMBRE.
DUARTE: GRACIAS, SÉ CUÁNTO TE MUEVEN LOS NIÑOS.
Duarte Manzalvos -
Giancarlo -
/Otanyóbi Omedéto Gozáimas/!!!
Rosa -
enrique -