Los jimaguas están seguros
Por Zenia Regalado
Fotos: Ronal Suárez Rivas
Nacieron en las cercanías de la playa de Boca de Galafre, al sur de San Juan y Martínez, provincia de Pinar del Río. Solo llevan cuatro meses en este mundo y ya están en los trajines de evacuación, pues el mar embravecido por Wilma comenzó a hacer de las suyas.
Sus padres Yusniel Lezcano y Cecilia Reinoso se reparten las tareas relacionadas con biberones y pañales en el punto de evacuación que radica en el motel Yaguas Grandes, un sitio seguro y alejado de la playa en el que se alojan decenas de personas de dicho litoral.
La madre de los jimaguas atestigua que no les han faltado las atenciones, hasta compota para los pequeños han recibido. La pareja tiene otra niña de ocho años, Wendy, quien ayudaba en el momento de nuestra visita a colocar los pañales en una tendedera.
Segura y tranquila, así vimos a esta familia, al igual que a las demás allí radicadas hasta que pase el peligro. Al frente de toda la movilización de los evacuados se encuentra Emilio Contreras, jefe de operaciones de la zona de defensa 04 de Boca de Galafre, quien se encargaba de puntualizar todos los detalles para la atención de los vecinos. Tienen hasta un médico, Raúl Castro Duarte, para atenderlos.
Los vecinos de esta playa tienen cultura ciclónica. Cualquiera de ellos puede impartir una conferencia acerca de los peligros de un huracán.
En una nueva comunidad levantada a unos 500 metros de la playa entrevistamos a Odalys Ramírez y a su esposo Alfredo Dupeirón. Les dieron una de las once viviendas allí levantadas para los damnificados de huracanes anteriores.
Ahora ante el peligro de Wilma aseguraron el techo de su nueva y confortable morada con sacos de arena.
Odalys extendiendo su brazo nos señala a pocos metros hasta dónde llegó el mar cuando Iván. Después nos da una disertación relacionada con los huracanes:
Nos han explicado que con un huracán categoría tres esta casa resiste porque es nueva, pero que si llegara a categoría cinco no debemos permanecer en ella. Cuando el azote de Iván ya vivíamos aquí, pero nos llevaron a un refugio en Guillén. Él era categoría cinco y por eso decidieron evacuarnos.
¿Usted ve este televisor Panda?- nos dice- lo sacamos cuando Isidore de una laguna. Lo arreglamos y aquí está. Gracias a él nos estamos informando ahora de cómo anda Wilma.
No se espera que el mar llegue hasta aquí, jamás lo ha hecho, pero si se atreviera a ello en esta comunidad se sabe bien a dónde dirigirse. Un poco más lejos de aquí hay una escuela con varias familias evacuadas. Si la cosa se pusiera muy fea iríamos hacia ella.
Cerca del mar las horas previas a un huracán transcurren así. Todo el mundo domina hasta los más mínimos detalles vinculados con este tipo de huracanes. Ellos están acostumbrados a ver las dos caras del mar.
Por Zenia Regalado
Fotos: Ronal Suárez Rivas
Nacieron en las cercanías de la playa de Boca de Galafre, al sur de San Juan y Martínez, provincia de Pinar del Río. Solo llevan cuatro meses en este mundo y ya están en los trajines de evacuación, pues el mar embravecido por Wilma comenzó a hacer de las suyas.
Sus padres Yusniel Lezcano y Cecilia Reinoso se reparten las tareas relacionadas con biberones y pañales en el punto de evacuación que radica en el motel Yaguas Grandes, un sitio seguro y alejado de la playa en el que se alojan decenas de personas de dicho litoral.
La madre de los jimaguas atestigua que no les han faltado las atenciones, hasta compota para los pequeños han recibido. La pareja tiene otra niña de ocho años, Wendy, quien ayudaba en el momento de nuestra visita a colocar los pañales en una tendedera.
Segura y tranquila, así vimos a esta familia, al igual que a las demás allí radicadas hasta que pase el peligro. Al frente de toda la movilización de los evacuados se encuentra Emilio Contreras, jefe de operaciones de la zona de defensa 04 de Boca de Galafre, quien se encargaba de puntualizar todos los detalles para la atención de los vecinos. Tienen hasta un médico, Raúl Castro Duarte, para atenderlos.
Los vecinos de esta playa tienen cultura ciclónica. Cualquiera de ellos puede impartir una conferencia acerca de los peligros de un huracán.
En una nueva comunidad levantada a unos 500 metros de la playa entrevistamos a Odalys Ramírez y a su esposo Alfredo Dupeirón. Les dieron una de las once viviendas allí levantadas para los damnificados de huracanes anteriores.
Ahora ante el peligro de Wilma aseguraron el techo de su nueva y confortable morada con sacos de arena.
Odalys extendiendo su brazo nos señala a pocos metros hasta dónde llegó el mar cuando Iván. Después nos da una disertación relacionada con los huracanes:
Nos han explicado que con un huracán categoría tres esta casa resiste porque es nueva, pero que si llegara a categoría cinco no debemos permanecer en ella. Cuando el azote de Iván ya vivíamos aquí, pero nos llevaron a un refugio en Guillén. Él era categoría cinco y por eso decidieron evacuarnos.
¿Usted ve este televisor Panda?- nos dice- lo sacamos cuando Isidore de una laguna. Lo arreglamos y aquí está. Gracias a él nos estamos informando ahora de cómo anda Wilma.
No se espera que el mar llegue hasta aquí, jamás lo ha hecho, pero si se atreviera a ello en esta comunidad se sabe bien a dónde dirigirse. Un poco más lejos de aquí hay una escuela con varias familias evacuadas. Si la cosa se pusiera muy fea iríamos hacia ella.
Cerca del mar las horas previas a un huracán transcurren así. Todo el mundo domina hasta los más mínimos detalles vinculados con este tipo de huracanes. Ellos están acostumbrados a ver las dos caras del mar.
6 comentarios
Zenia -
En Pinar los evacuados se mantienen en lugares seguros, es una medida de prevención.
No ha habido ninguna muerte en Cuba por inundaciones ni nada de eso.
En el poblado de Cocodrilo, en la isla cubana llamada Isla de La juventud -al sur de Pinar del Río- hubo penetraciones del mar y se afec taron varias viviendas de ese sitio. Los vecinos ya estaban a buen recaudo cuando entró el mar.
Mi familia y yo sin problemas de ningún tipo.
blanca -
Zenia -
RAY. En la provincia ha llovido mucho, el pueblo de Guane se incomunic´´o por varios puntos debido a la crecida del Cuyaguateje. Hay más de 232 000 evacuados, pero eso es como medio de prevención contra inundaciones. Hasta ahora ninguna muerte, nadie se ha ahogado en los ríos crecidos.
Hubo unos cinco tornados, pero tampoco proviocaron muertes, solos unas casas de curar tabaco averiadas.
Estoy muy preocupada por ustedes. He visto al monstruo sobre Cozumel. Tu página ha estado fuera del aire. Cuídate.Un abrazo.
Elisa: El huracán nos ha traído mucha lluvia, solo eso, por suerte. Mi familia y yo sin problemas.
Vicente: ¡Qué bueno que estamso en contacto¡. Gracias por la preocupación.
Vicente Torres -
Por fin he podido entrar hoy en tu bitácora, después de haberlo intentado en vano hace unas horas.
Saludos,
elisa -
cuidate un abrazo
RAYDIGON -
QUIERO QUE ME DIGAS COMO ESTAS, SI EL HURACAN NO ESTA HACIENDO DAÑO A PINAR Y A SU GENTE. INFORMAME.